lunes, 18 de enero de 2010

Cambio de look!!!

Hola a tod@s,

Ya hemos entrado en el nuevo año y me imagino que como todos los años hemos iniciado esta nueva andadura llenos de ilusión y con nuevos y renovados propósitos...y yo como no iba a ser menos también he empezado, bueno mejor dicho acabé el año, planificando nuevos objetivos que acometer en este recién estrenado año. Uno de ellos era cambiar el diseño de mi blog y ahí va...¿os gusta? ...a mi me parece más íntimo y sereno...

Cuando leemos post de inicio de año casi todos hacen hincapié en: la planificación, los objetivos (a corto, medio y largo plazo), la priorización,etc. Se "supone" que todo este planteamiento ayuda mucho y ésto lo saben muy bien todas aquellas personas que valoran la productividad, entre las cuales me encuentro, pero hay también una realidad y es que cumplimos o llevamos a cabo, en general, porque siempre hay honrosas excepciones, la mitad de la mitad de los objetivos propuestos. Esto es bueno, malo o medio pensionista?? Desde mi modesta opinión, no es ni bueno ni malo, todo depende de cómo nos lo tomemos o cómo esta cuestión nos afecte. Es decir, si nos angustiamos porque no llegamos a conseguir el 100% o 99,99% de los objetivos previstos pues evidentemente esta forma de percibirlos es mala, malísima.

Ahora bien, podemos observar dicha planificación desde otra perspectiva, quizás mucho más positiva, y puede ser la siguiente: ¿el tener objetivos o própositos que cumplir TIRA de nosotros?, ¿nos ayuda a movilizarnos? ¿nos llevan a la acción?...¿Qué os parece?

Suponiendo que esta nueva visión de los objetivos nos guste y la hagamos nuestra, el siguiente paso sería analizar aquellos objetivos a los que no hemos llegado:
¿Qué ha ocurrido con ellos?:
- No "tiran" lo suficiente de mí?
- Eran realmente representativos para mí?
- He cumplido con los más importante para mi y he dejado los menos importantes?
- Si realmente eran importantes y nos los he cumplido, que había ahí que me ha impedído abordarlos?
- Cómo me hace sentir esta situación?
- Qué voy a hacer de ahora en adelante?...

En definitiva, no se trata de empezar ya el nuevo año con pesimismo o deprimido porque ya doy por hecho que muchos/algunos/varios de los objetivos no los voy a cumplir. No, no es eso, se trata, por un lado, de relativizar esa planificación de manera que no nos lleve a la angustia o la frustración y, por otro lado, se trata también de ir haciendo balance a lo largo de año y no esperar al "sofocón" de final de año.

Siempre desde mi experiencia y desde mi modesta opinión, creo sinceramente que la planificación de objetivos para un nuevo año esta muy bien pero es como todo, o casi todo en esta vida, no hay que exagerar...

¿Qué tal si desdramatizamos algunas de las cuestiones de nuestra vida que realmente no son tan vitales?

Muchas gracias por vuestro tiempo!

Alicia Alberola.

1 comentario:

María dijo...

Sobre la base de un plan siempre se puede re-planificar, re-escribir, todo menos rendirse!

Gracias por esta ayuda al inicio del año, es bienvenida.

Abrazos,
Maria