lunes, 8 de junio de 2009

¿Cuántas veces te has parado hoy a coger aire?

Muy a menudo, más de lo que nos gustaría, nos pasamos el día corriendo y corriendo para, al final, llegar tarde a todos sitios, y después de tantas carreras en lugar de sentirnos bien nos sentimos frustrados y sobre todo agotados.

En infinidad de ocasiones no caemos en la cuenta que hemos respirado lo justo para no morirnos en todo el día, menos mal que nuestro organismo es muy inteligente y aunque nosotros nos empeñemos en no parar ni para respirar, él afortunadamente no hace ni caso y toma el aire necesario para subsistir, no con mucha calidad, pero por lo menos para no morir asfixiado.

Realmente, ¿nos supone tanto esfuerzo parar a respirar? Si este planteamiento se lo hiciéramos a una persona que vive fuera de una gran ciudad se pensaría que andamos un pelín perjudicados de la “azotea” pero cuando esto lo comentamos con otras personas que “comparten” ciudad con nosotros no les parece tan extraño, al contrario a todos les suena el tema. Pero, entonces, ¿porque no tomamos aliento?

No nos damos cuenta pero cuando respiramos profundamente, muchos de nuestros órganos funcionan con menos trabajo y, por lo tanto, mejor: cerebro, estómago, pulmones, circulación sanguínea,…e incluso el caos, los problemas, las complicaciones diarias, no es que se arreglen, que más me gustaría a mi, pero si que pierden intensidad.

Una buena excusa para PARAR es hacer coaching, de esta manera "matamos dos o tres o cuatro... pájaros de un tiro".

Yo no soy médico pero mi experiencia me dice que cuando paro y respiro mi vida tiene otra intensidad y otro color (... y sobre todo menos visitas al médico).

Si no os lo creéis probad y si compartís la misma opinión probad también.

Alicia Alberola
Co-active coach.

2 comentarios:

Carmen Gómez Ejerique dijo...

Que estupenda reflexión Alicia.
Yo a veces entro en hacer y hacer y no parar, entro en la vorágine y es tan necesario para y pensar, afilar la sierra como dice el cuento.
Y es que ¿ sabes que es lo que me pasa a mí?
que a veces me da miedo parar y pensar no sea que vea algo que no me guste demasiado y quiera cambiarlo...
no se que opinais...
Un saludo.
Carmen

Alicia Alberola García dijo...

Es cierto Carmen a veces no queremos parar y sobre todo pensar en lo que hacemos, tenemos, somos,...porque quizás lo que veamos no nos guste demasiado. Y que hacemos entonces?. Una opción es la que propones:"cambiar(lo)" pero hay otras opciones entre ellas no hacer nada y mirar para otro. Supongo que depende del momento, de las circunstancias pero en el fondo creo que es una actitud, hay personas que están en constante cambio y crecimiento y hay personas que llevan "inmóviles" desde que nacieron. ¿Tu con que actitud te encuentras más cómod@?